martes, 30 de agosto de 2011

Hay mucho por hacer, dice Elba Esther a la niñez mexicana. La dirigente del SNTE, convocó a mejorar las actuales generaciones para tener un mejor país

En la ceremonia de las Becas Bicentenario, la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) dijo que el país necesita buenas noticias y discursos positivos en medio de tanta crítica y desesperanza.

Ante más de mil niños que estuvieron en el Museo de Antropología, la lideresa dijo que este no es el final de nada, sino que es el comienzo de buenas noticias y buscar alejarse de destinos insuperables.

Afirmó que vivimos con muchas críticas por que hicimos algunas cosas mal, pero convocó a mejorar las actuales generaciones.

Dijo que la mejor prueba de esto, son los niños que recibirán por 12 años, el apoyo de entre 2 mil y 6 mil pesos para sus estudios.

Exhortó a la niñez y juventud, a que no detengan sus sueños, en que confíen en ellos mismos “la dignidad es algo que no nos lo dan los demás, no lo ganamos; la confianza de sus padres y maestros, se lo ganan ustedes”.


Palabras de la Maestra Elba Esther Gordillo, presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, durante la entrega de Becas Generación Bicentenario, realizada en el museo de Antropología, en el DF.
Muy buenos días a todos y a todas ustedes, licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos; maestro Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública; maestro Fernando González Sánchez, subsecretario de Educación Básica; doctor Medina Mora, Patrono Vocal del Nacional Monte de Piedad y presidente del Comité Técnico del Fideicomiso Generación Bicentenario; licenciado Antonio Navalón Sánchez, presidente del Consejo Consultivo del Fideicomiso Generación Becas Bicentenario; licenciado Esteban Moctezuma Barragán, presidente de Fundación Azteca; señor Don Mario Sanromán Flores -suplico a ustedes muy atentamente dar las gracias al señor Don Ricardo Salinas por el enorme esfuerzo que sin grandes protagonismos hace por estos chiquillos maravillosos de zonas muy lejanas que llegan a aprender algo que enriquece el espíritu, lo que hoy extraordinariamente hemos aplaudido, la música y la sensibilidad, muchas felicitaciones, niños, niñas, gracias Tv Azteca-.

Ingeniero Eustaquio Tomás de Nicolás Gutiérrez, presidente del Consejo de Administración de Homex; licenciado Raúl Robles Miaja, vicepresidente de Bancomer y Presidente Ejecutivo de la Asociación de Bancos de México; Gustavo Lara Alcántara, Director de la Fundación BBVA-Bancomer.
Maestro y compañero de lucha Juan Díaz de la Torre, Secretario General Ejecutivo de nuestra organización.
Compañeros del Comité Ejecutivo Nacional, Don Enrique Krauze, gracias por estar con nosotros, señores, señoras, directivos de este gran monumento de la historia de la patria, no de la historia moderna, sino de la que nos da raíz de ser, y orgullo de nación, que conjuga al México del Europa y al México de nuestras raíces y que cada día nos exige mayores acuerdos para lograr la unidad nacional; licenciado Gustavo Lara Alcántara, niños, niñas, particularmente Estefanía González, te quiero decir que existe entre todos los maestros de México, no tengo la menor duda y los aquí presentes, una enorme esperanza de que ustedes hagan lo que nosotros no hemos sabido hacer. Extraordinaria participación, gracias.
Generación Bicentenario, el país lo que necesita son buenas noticias.
Señor Presidente, señores miembros del presídium simbólico, maestras, maestros, padres de familia, niños, niñas, medios de comunicación, ha habido muy pocos momentos en mi vida en los que me haya sentido mejor de lo que me siento hoy.
Ustedes, la Generación Bicentenario, los mil mejores niños y niñas de México sirven para recordar y festejar que somos un país de éxito.
Ustedes son la mejor prueba de que los últimos 200 años han dado el más grande fruto que se puede tener: una sociedad que trabaja, que se esfuerza todos los días por ser mejor; padres, maestros, empresarios, intelectuales, ciudadanos comunes y corrientes por la sencillez de la gente que creen en la gente, que creen en ustedes.
Ustedes nos garantizan que con sus conocimientos y sus ganas, los próximos 100 años, no hay duda, serán mejores. Hoy les toca estar de aquél lado y escuchar, pero sépanlo, ténganlo seguro, pronto, mañana ustedes estarán en los primeros lugares.
Porque este apoyo que recibirán, unido a su gran esfuerzo, en unos años ustedes serán quienes estén aquí en primera línea. No tengo duda de que aquí, entre ustedes están los próximos presidentes, gobernadores, científicos, deportistas, líderes, premios Nobel, los dirigentes sindicales del mañana; están aquí los humanistas, los que sepan que el conocimiento no es sólo para obtener mayores beneficios materiales, sino para ser mejores personas, mejores mexicanos, sépanse orgullosos porque esta beca, esta ayuda nadie se las regala, nadie se las regaló, es producto de su esfuerzo, de saber que se da y cuando se da extra, éste se sabe valorar.
Sean la prueba viva de que hay mucho bueno por hacer, que serán mejores que nosotros y que portarán con el orgullo el honor de pertenecer a la Generación Bicentenario.
En medio de tantas críticas, desesperanza, dolor y problemas me congratulo a nombre de mis compañeros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, de todas las maestras y maestros de México, en dar la bienvenida y total apoyo a esta lección de solidaridad, resistencia, capacidad y vitalidad que significa la Generación Bicentenario.
Ustedes creyeron en ustedes y creyeron en México. Un grupo de empresarios, de esos que esperamos y nos gustaría que hubiera muchos, decidieron hacer algo extraordinario: apoyar a los niños y a las niñas a través de la educación.
Sean ustedes quienes devuelvan con esfuerzo la luz frente a las nubes, el blanco sobre el negro, sean el sol frente a la oscuridad.
En este camino, uno de los que más gusto me ha dado recorrer, estamos sus maestros y sus maestras. Somos millones quienes apuntamos a la luz con el resultado de nuestro trabajo. Ustedes que son nuestros hijos, que son nuestros nietos, ustedes que son nuestros alumnos, pero sobre todo, ustedes que son nuestro presente y la mejor oportunidad de lograr un mejor futuro, sepan que tienen nuestro apoyo, admiración y dedicación.
Esta gran hazaña, esta beca, este apoyo no es sólo para ustedes, es por tener la esperanza de que con su ejemplo, muchos niños y niñas más se sumen a su esfuerzo. Sean ejemplo vivo, sean orgullosos representantes de la Generación Bicentenario.
Todos los días de una manera o de otra vivimos bajo diversas críticas, muchas veces con razón, es cierto hay cosas que hemos hecho mal… pero hoy, señor presidente, señores padres, maestros, miren a estos niños y vean lo que hacemos bien.
Sean capaces de que al igual que tienen sentido crítico, tengan la grandeza de amar, reconocer y apoyar lo que se hace bien.
Vean lo que significa, de cada lugar o estado de la República Mexicana estamos produciendo mil oportunidades para hacer un mejor país, un país más justo, uno de mayores oportunidades, uno de equidad, uno de dignidad humana, uno de gran orgullo por ser mexicanos.
Pero por sobre todas las cosas, vean que en forma de niños y de niñas, en forma de inteligencia y de esfuerzo, el ángel de nuestra independencia, de nuestra libertad vuela más alto de lo que voló durante el primer Centenario y nuestro Palacio de Bellas Artes tiene ahora la mejor obra jamás hecha: la Generación Bicentenario, una obra viva, ustedes niños y niñas de México.
Necesitamos buenas noticias, por eso éste es uno de los discursos más felices y positivos que me ha tocado dar en los últimos años. Y ¿saben qué es lo bueno? Que no es el final de nada, es el comienzo de las buenas noticias porque su generación que es la generación del nuevo centenario, es la generación que tiene la posibilidad, a través de gente como ustedes, de llevarnos, de alejarnos de un destino insuperable. Son ustedes la mejor prueba de que sí se puede, de que sí se debe, de que tenemos con qué.
Toda la vida, toda mi vida dedicada a la educación se resume en este momento: premiar, apostar e invertir en el futuro de nuestra patria, en el futuro del país, en los niños y niñas que se ganaron porque la educación fue un éxito en ellos.
Felicidades, no se detengan y cumplan sus sueños y los sueños de todos los mexicanos. Niños, niñas, confíen en ustedes, la dignidad es algo que no nos lo dan los demás, nos lo ganamos; la confianza, la esperanza de sus padres, la de sus maestros, la de la sociedad entera hoy está en ustedes, ustedes se lo ganaron.
Demuestren que tienen con qué, no se detengan, eleven las alas, vuelen porque México requiere que volemos con el espíritu y con el alma y que confiemos en nosotros. Felicidades Generación Bicentenario.

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